viernes, 20 de enero de 2017

Llegó la gripe al NHS

Hace unas semanas, trabajando, me pasó algo que me llamó la atención. Bueno, o no mucho, ya que es un tema al que le llevo dando vueltas mucho tiempo…
Expongo los hechos. Paciente de unos 70 años, asmática desde que tiene uso de razón, diabética, hipertensa… ingresada por insuficiencia respiratoria aguda tras una exacerbación del asma debido a la gripe, intubada en urgencias, parada cardiorespiratoria debido a intubación… vamos, un cuadro... ¿evitable?
Durante mi turno de trabajo vino la familia y hablé un rato con ellos. Y me hicieron una pregunta que me chocó mucho… “Oye, ¿nos aconsejas que le pongamos la vacuna de la gripe a mi madre el año que viene?”. Claro, yo ojiplático les pregunté: “¿Pero no se la habéis puesto?” “No, ningún año… nunca nadie nos ha dicho nada al respecto”

Obviamente, en ese momento la familia vio la puerta abierta y comenzó a hacerme muchas preguntas sobre la vacuna y a agradecerme que, por primera vez en su vida, alguien les explique algo de la vacunación antigripal.
Y, a raíz de esto, volví a hacerme la misma pregunta que llevo haciéndome tantos meses: ¿Dónde está la educación para la salud en este país?

Según indicaciones del CDC (Centers for Disease Control and Prevention) y de la fundación Asthma UK, la vacunación antigripal está recomentada para personas mayores de 65 años (50 años para el CDC), con asma y otras condiciones que requieran la vacunación. Esta mujer las cumplía todas, además que no era la primera vez que enfermaba de gripe, aunque nunca había llegado hasta este punto.


¿Cuáles son las campañas de la gripe que se realizan en UK? ¿Son realmente efectivas? Obviamente, en el hospital, te encuentras con mucha información acerca de la vacuna antigripal, ¿pero y fuera del hospital? Opino que, una persona de 70 años, diabética, hipertensa, asmática… debería ser, de sobra, objetivo de la campaña de vacunación, ¿cómo es posible que nadie le haya aconsejado en su vida vacunarse?

Y claro, el círculo no se cierra exclusivamente en la vacuna antigripal, esto simplemente fue la gota que colmó el vaso. Durante casi este año, me he dado cuenta que ni los enfermeros saben educar, al menos en el hospital, ni los pacientes saben controlar sus propias enfermedades, lo que nos hace volver al primer punto.
Pacientes diabéticos, hipertensos, que no se controlan nunca la glucemia, no controlan lo que comen, que les preguntas por su dieta y lo normal es comer tartas, mermelada, solo fritos, nada de verdura, nada hervido ni a la plancha, mucha comida en conserva… Pero, además, se sorprenden que le preguntes eso. Es como… “¿y qué quieres que coma?”.
Enfermeras que no son capaces de sentarse y decirle a esa persona: “Mira, lo mejor que puedes hacer con tu enfermedad es esto, esto y esto”. No lo hacen porque no les sale, porque no les han enseñado a ello. Porque no es su trabajo y no tienen tiempo (sí, he llegado a escucharlo...)… Porque ya existe una enfermera especialista en diabetes, por poner un ejemplo, que es la que se va a encargar (o no, visto lo visto) de eso…


Como enfermero, soy incapaz de concebir mi trabajo sin dar educación para la salud. Pero, además, en todo lo que hago. Y aquí, o yo he tenido muy mala suerte, o no parece que sea una prioridad que un paciente operado de una colecistectomía sepa qué alimentos debe y no debe tomar. Todo se centra en las medicinas y el tratamiento agudo, las cronicidades no caben en esta sociedad.

Lo mismo tengo la realidad nublada, nunca se sabe. Obviamente, no conozco todo el sistema de salud británico y, por desgracia, tampoco sus centros de atención primaria (por suerte no he tenido que usarlo). Así que, si alguien que trabaje aquí me lee y tiene una opinión contraria, soy todo oídos para aprender.

Por el momento, seguiré ejerciendo mi trabajo de la única manera que me sale, haciendo al paciente partícipe y base de su proceso.


¡Hasta la próxima entrada!


Bibliografía

- Asthma UK
Centers for Disease Control and Prevention

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